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Mil Arboles Para Concepción repudia la brutal tala de Ceibos añejos

Como buena parte de la población uruguayense lo ha hecho el día de ayer a través de redes sociales y en la calle, la Asociación Mil Arboles para Concepción repudia, responsabiliza y le demanda al gobierno municipal; la brutal tala o poda de Ceibos añejos.

 

La inexplicable erradicación de dos ejemplares de Ceibos centenarios llevada adelante ayer 22 de marzo en la esquina de calles Galarza y Zaninetti, pone a nuestra ciudad a contramano de los municipios de la zona que avanzan en la conservación, preservación y fortalecimiento de su flora autóctona.

 
Ante el pedido de autorización del propietario del terreno a la municipalidad, para extraerlos. Y habiéndosele consultado sobre ello a la Comisión Asesora para el Arbolado Urbano (órgano no- formal creado por el ejecutivo municipal con expertos/as en la temática), ésta recomendó NO EXTRAER dichos árboles.
Desconociéndose aún si fue la propia municipalidad quien desoyó a quienes convocaron para ser consultados ante decisiones de este tipo, o si quienes lo hicieron fueron los propios interesados; desde Mil Arboles para Concepción expresamos que es responsabilidad última y directa del intendente Lauritto y su equipo de gestión un inmediato cambio de rumbo en materia de política pública de arbolado.
 
La creación por parte del municipio de espacios de asesoramiento no vinculantes a los que luego no respeta, no sirve. 
Por lo que una vez más volvemos a demandar el llamado a concurso inmediato para la cobertura del cargo de planta municipal vacante de «Jefe de División Arbolado Urbano», y políticas publicas acordes a la normativa internacional para el contralor y sanción a quienes lo dañan. Así como la investigación a fondo sobre el caso puntual en cuestión. 
Ya que se trata ésta, de una responsabilidad ineludible del gobierno municipal según la Ley de Municipios que rige para las localidades entrerrianas.
 
No es posible que una empresa privada como lo es Enersa, reaccione de modo inmediato ante una denuncia de tala o poda desmedida reponiendo el daño con 5 ejemplares autóctonos por cada uno por ellos afectados. Y quienes deben promover su cuidado, atenten por acción directa u omisión en contra de un capital social tan importante de oxigeno ciudadano tanto como de atemperamiento frente al calentamiento y demás riesgos climáticos.