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Tras los controles, la semana cerró con mercados y dólar en calma

El billete se mantuvo planchado luego del retroceso del lunes y acumuló una caída semanal del 6,4%; el riesgo país disminuyó casi 20% y las reservas siguieron bajando

El Gobierno logró lo que se propuso con la reinstalación forzada de un esquema de controles cambiarios: planchar la cotización del dólar.

El billete, que había cerrado la semana pasada sobre los $62 al público y que había caído a $58,41 el lunes, clausuró esta semana a un promedio de $58,02, con una baja de $4 (o 6,4%) y una volatilidad -es decir, diferencia entre cierre máximo y mínimo- de solo 0,8% en los últimos cuatro días. El riesgo país, en tanto, finalizó ayer en 2029 puntos, con un descenso de casi 20 por ciento.

Esta victoria acotada en términos de pérdida de reservas del Banco Central llegó tras cuatro intentos previos de calmar el dólar en los últimos 15 meses.

En ese rubro hay que ubicar la progresiva suba de tasas (avanzaron sucesivamente hasta quedar ya en niveles próximos a los de mediados de 2002), la venta de reservas, un fuerte ajuste en el nivel de circulante y la búsqueda urgente de un prestamista de última instancia (FMI) para tranquilizar al mercado.

Sin embargo, solo una ofensiva sobre la demanda parece estar en condiciones de llegar al control de esta variable clave para una economía que, en las últimas décadas, se volvió cada vez más bimonetaria. La medida adoptada el fin de semana pasado venía siendo resistida por el presidente Mauricio Macri.

Las medidas «lograron, con bajo costo de intervención, el objetivo básico que buscaban, que era estabilizar el mercado cambiario», reconoció el exgerente general del Banco Central (BCRA) Julio Piekarz. «Es todo frágil por ahora, pero la situación global ayudó además a propiciar rebotes en acciones y bonos», completó.

Para su colega Jorge Vasconcelos, del Ieral (Fundación Mediterránea), a este último efecto aportó el diseño del nuevo cepo.

«A diferencia del cepo de 2012-2015, la posibilidad que este otorga a las personas humanas de acceder a 10.000 dólares por mes hace que los plazos fijos en pesos deban ofrecer rendimientos atractivos. De allí que el BCRA tenga la Leliq cerca del 86%. Pero, a la vez, segmenta mercados porque las cauciones bursátiles a 7 días cerraron la semana al 41% anual, lo que alienta a los inversores a relocalizar pesos hacia acciones y bonos, aunque estos últimos dependerán de mayores precisiones acerca del canje de deuda y de la política económica a aplicarse después del 10 de diciembre», señala.

Javier Alvaredo, de la consultora ACM, tampoco duda en hacer un balance positivo de las medidas restrictivas, aunque aclara que es temprano para sacar conclusiones. «La calma del dólar fue frenando la salida de depósitos del sistema financiero y le dio algo de soporte a las cotizaciones de los activos financieros argentinos, que venían muy golpeados», valoró. «Pero la situación sigue siendo precaria y el Gobierno debería avanzar echando luz sobre el proyecto de reperfilamiento y corregir el retraso del pago de las letras en pesos para restituir el capital de trabajo de las empresas», advierte.

Su colega Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, no duda en que la reimposición de controles rebalanceó el mercado y cree que hacia adelante, dada la norma que obliga a liquidar a exportadores, la tranquilidad debiera afirmarse. «Con el tipo de cambio real alto y el límite que eso (más la aguda recesión) le impone a las importaciones es dable esperar un aporte mayor del sector externo que terminará de estabilizarlo, a menos que aparezcan nuevas dudas», asegura.

Por lo pronto las señales de calma en la plaza cambiaria oficial se hacen más difusas en el resto de los mercados, que definen valores para el tipo de cambio. La referencia alude a los precios del dólar que surgen del arbitraje de monedas mediante negocios con activos financieros, los que se mostraron mucho más firmes en la semana (cerraron ayer a $62,30 y 64,20 promedio, para el caso del dólar bolsa -o MEP- y el contado con liqui).

«Es cierto que esos precios se movieron al alza en los últimos días, pero creo que es casi normal ante el cambio en la regulación. Un exportador que liquidaba y podía volver a dolarizarse con esos pesos por cautela ahora no le queda otra que recurrir al MEP o al contado con liqui para hacerlo», observó Santiago Acuña, de Acuña Valores.

Se trata de un mercado al que se debieron volcar muchas empresas que no pueden o no quieren poner en riesgo su posición de reserva en moneda extranjera y no tuvieron tiempo de anticiparse al control cambiario, ya que las dudas al respecto se instalaron tras el anuncio del reperfilamiento de la deuda de corto plazo, es decir, dos ruedas antes de su instauración.

Para que el tránsito hacia una mayor calma se afirme, los analistas insisten en que se tiene que tender a estabilizar la tenencia de reservas (que cerraron la semana en US$50.949 millones), más allá de la baja que provoquen los pagos de la deuda que sigue regularizada. Al respecto, más que el balance semanal (que muestra un disminución ínfima -de US$4161 millones a US$ 3149 millones- en el ritmo de caída), la cuota de alivio la otorga el menor drenaje de las últimas tres jornadas (de US$400 millones).

El mayor aporte debería provenir de una estabilización de los depósitos privados en dólares, la que se estaría produciendo en las últimas horas (en los bancos aseguran que mermaron los retiros), aunque las últimas cifras del sistema (al miércoles) los mantienen por encima de los US$700 millones por día, lo que hace que la caída desde las PASO haya llegado ya a US$8370 millones (25,7% del stock que había).